La lasaña de rabo de toro es un plato delicioso pero que requiere tiempo y paciencia para su preparación. Lo primero que debemos hacer es limpiar la carne del rabo, cortarla en trozos y salpimentarla. En una olla grande, agregamos aceite de oliva y doramos la carne a fuego alto.
Cuando esté dorada, retiramos la carne de la olla y añadimos la cebolla, zanahorias, apio y ajos picados. Cocinamos por unos minutos hasta que estén dorados. Agregamos los trozos de carne y el laurel a la olla. Añadimos el vino y dejamos reducir a la mitad a fuego alto.
Cuando el vino haya reducido, agregamos el caldo de carne y dejamos cocinar a fuego lento durante al menos 3 horas. Una vez que el rabo de toro esté tierno y la salsa se haya reducido y espesado, retiramos la carne de la olla y la desmenuzamos en trozos pequeños. Reservamos la salsa para la bechamel.
Para preparar la bechamel de queso, necesitamos los siguientes ingredientes: 50 gramos de mantequilla, 50 gramos de harina, 500 ml de leche, 200 gramos de queso rallado y sal y pimienta al gusto.
En una olla, derretimos la mantequilla a fuego medio. Agregamos la harina y mezclamos bien hasta que quede una pasta suave. Cocinamos por unos minutos hasta que la mezcla adquiera un color dorado. Agregamos la leche poco a poco mientras mezclamos bien para evitar la formación de grumos. Seguimos mezclando hasta que la bechamel empiece a hervir y se espese. Agregamos el queso rallado y mezclamos bien hasta que se derrita por completo. Ajustamos el sabor con sal y pimienta al gusto.
Para montar la lasaña, necesitamos las láminas de lasaña previamente cocidas y enfriadas, la carne desmenuzada del rabo de toro y la bechamel de queso.
En una fuente para horno, colocamos una capa de láminas de lasaña. Encima colocamos una capa de carne desmenuzada y cubrimos con una capa generosa de bechamel de queso. Seguimos alternando capas de láminas de lasaña, carne desmenuzada y bechamel de queso hasta completar la fuente. Terminamos con una capa de bechamel de queso y espolvoreamos con queso rallado para gratinar.
Precalentamos el horno a 180 grados Celsius. Cubrimos la fuente con papel de aluminio y horneamos durante 30 minutos. Retiramos el papel de aluminio y horneamos por otros 10-15 minutos hasta que esté dorada y crujiente por encima.
La lasaña de rabo de toro y bechamel de queso es un plato contundente y delicioso que se sirve mejor caliente. Podemos acompañarla con una ensalada verde fresca o unas verduras al vapor para un contraste de sabores y texturas. Esta lasaña es ideal para una cena especial o para impresionar a nuestros invitados con un plato gourmet fácil de preparar. ¡Buen provecho!